EL EGM, los Medios, los políticos y otros iluminados

No es la primera vez que el EGM es protagonista de esta tribuna. Y, como normalmente no es precisamente protagonista por un buen motivo, es más que probable que el EGM vuelva a ser protagonista alguna vez más. A diferencia de otras ocasiones, en donde existe una probabilidad razonable de que los protagonistas lean el artículo, en este caso la esperanza es nula, tan nula como la esperanza de que, en caso de lectura, llevara a los protagonistas a una mínima reflexión.

Está visto que lo que es de todos termina por no ser de nadie y, simultáneamente, se convierte en el objetivo a destruir, máxime si aunque se intente no se pueden manipular los resultados y, además, aporta datos objetivos, dentro de los límites del margen de error que se prevén, sobre valores, en este caso de audiencia, que no concuerdan con el iluminado de turno. Menos mal.

Han sido ya bastantes los iluminados, personajes con ambición de protagonismo desmedio, los que han atacado al EGM por confirmar que la gente no los quiere (lee, escucha, ve) tanto como ellos merecen y, además, están seguros de que lo hacen. Y tampoco es la primera vez que RTVE decide abandonar la AIMC.

Pero, salvo error, es la primera vez que, en el caso de consumarse ese abandono, se produce a instancias nada menos que del Parlamento. Y es que el Parlamento, a petición del PP, insta a RTVE a abandonar el EGM por ser “inservible y costoso”. Asumiendo que en el debate se mencionaría el coste del EGM para RTVE, apostaría una cantidad de dinero considerable por que los señores dipudados y senadores que no saben para qué sirve el EGM suman una mayoría más amplia que la que ha aprobado la moción. No sé si apostar que sus señorías saben que el EGM es un producto de la AIMC, qué es la AIMC y cómo se gestiona.

Lo peor del caso es que RTVE está obligada a prestar un servicio público. Para prestar ese servicio público se entiende que debe conocer a quién se lo presta y lo que opina el que lo recibe en una medida objetiva como es la audiencia y que se deben conocer detalles no solo de los medios propios sino de los medios con los que compiten los de RTVE.

Quitando algún iluminado, eso le debe parecer a todos los Medios de España con alguna entidad y a todos los Medios del mundo porque en España son todos socios de AIMC y entienden que les sirve a pesar de lo que les cuesta y en otros países ocurren tres cuartas partes de lo mismo.

Los políticos tendrán sus disculpas. Para TV, que ya tienen datos de audimetría (que posiblemente les cuesten más de 10 veces más y sólo aporte datos de audiencia y a través de un panel limitado), que en Radio no los necesitan (aunque luego los encarguen en paralelo y paguen mucho más por ello) y que de entender a la gente y de saber lo que hacen les importa un bledo. Pero nunca declararán que no les gustan los datos objetivos que aporta el EGM. 

Seguro que, sin escarbar mucho, podríamos encontrar más de una docena de casos en los que TV derrocha cantidades muy superiores y que no sirven al interés general pero lo que más ofende es que quienes tienen la obligación de servir a todos, apliquen los calificativos de inservible y costoso a un Estudio de todos los Medios (y de otros operadores del mercado) con un rigor técnico envidiado en otros mercados.

Aunque tal vez ofenda más que no se den cuenta de que, sin menosprecio de otros, estos dos calificativos les vienen que ni pintados al servicio, por llamarlo de alguna manera, que sus señorías nos prestan a todos.

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